sábado, 7 de febrero de 2009

PREPARANDONOS PARA LA VISION











Necesitamos llegar a experimentar la gloria de Dios; que la visión de Dios llegue hasta nosotros su iglesia; pero, para esto es necesario pagar el precio, Dios quiere que paguemos el precio de acercarnos a él. ¿Cuál es ese precio? Le voy a llevar a meditar en la experiencia de Moisés, del pueblo de Israel y de Jesús. Mucho se ha hablado de los cuarenta días que, tanto Jesús como Moisés y el pueblo de Israel pasaron en el desierto, es algo maravilloso, lo que ahora quiero compartirle es algo que Dios ha puesto en mi corazón y en mi mente, y me ha urgido a ponerlo en su corazón para que usted lo lleve a su mente y así en su mente experimente la misma gloria de Dios en todo su ser. Le voy a sugerir que conforme vaya leyendo cada una de estas lecciones usted vaya ayunando de manera moderada durante cuarenta días:
El primer día le sugiero ayunar de las seis de la tarde de un día hasta las seis de la tarde del día siguiente (si es posible comenzar el día lunes), a las seis coma un poco de fruta y algo ligero de comida, de gracias a Dios por ese primer día de ayuno, tómese el tiempo de leer la primera lección, si ya lo hizo, entonces relea la lección y diga a Dios: Si señor recibo tu bendición. El segundo día de ayuno (martes) lo va a comenzar a las doce de la noche de ese mismo día hasta las seis de la tarde del día siguiente, el tercer día (miércoles) lo va a iniciar a las doce de la noche y lo va a concluir a las seis de la tarde del día siguiente, el cuarto día de ayuno (jueves) a las doce de la noche y lo concluye a las seis del día siguiente, el quinto día (viernes), lo va a comenzar de las doce de la noche hasta las 12 del día del domingo, para que pueda comer y convivir con su familia, recuerde que su familia es muy valiosa y requiere de usted, no olvide que usted es el sacerdote de su familia, y un sacerdote ausente, es un sacerdote reprobado. Mi humilde sugerencia es que lo haga así sucesivamente hasta concluir esos cuarenta días de ayuno. Después de esos cuarenta días pase diez de fiesta con su familia, no falte a ningún culto de la iglesia durante esos diez días, es mas si puede asistir todos los diez días con su familia a la casa de Dios, hable con su pastor y dígale que quiere estar en el templo con su familia por esos diez días, dígale cual es su propósito, dígale que usted no quiere involucrar a nadie más que a su familia, que usted quiere servir a Dios a la iglesia y al mundo con mas entrega. Pues ese es el propósito de este libro, que Dios le revele su visión para que usted se suba en ella. Dios quiere meternos en su visión pero para eso debemos disponernos a ser moldeados, esperando en lo que El quiera hacer.
¿Cuál es la visión de Dios acerca de esta sociedad? ¿Cuál es la visión de Dios para la Iglesia? ¿Cuál es la misión de la Iglesia?
Lo mas importante es que usted como yo descubra la visión de Dios y la lleve a la práctica. En este tiempo se ha hablado de los cuarenta días que ayuno Jesús, los cuarenta años en el desierto de Moisés, los cuarenta años del pueblo de Israel, los cuarenta días de Moisés en el monte; pero, para la iglesia existe un programa diferente que son cuarenta días mas diez. Ahora le explico: después de la pascua cuando Jesús murió, al tercer día resucitó, y de allí paso cuarenta días con sus discípulos, cuarenta días de desesperanza, de incertidumbre, de miedo y desilusión; pero, diez días después cuando El ascendió al cielo aquellos discípulos se fueron a Jerusalén donde estuvieron por espacio de diez días en aquel caluroso aposento alto; y al décimo día, esto es cincuenta días después de que Jesús pago por los pecados de la humanidad, el Espíritu Santo descendió sobre aquellas ciento veinte imperfectas personas, y las hizo como quiso, ellos no sabían que era la iglesia, no sabían que era el Espíritu santo ni como se manifestaba, simplemente ellos se dispusieron a ser transformados y usados; esto es, no llevaban una idea preconcebida de cómo había de manifestarse el Espíritu Santo; como ahora la tiene la iglesia. Entonces nosotros como un recipiente del Espíritu santo debemos dejar que El se manifieste cuando quiera y como quiera.
Es por eso que en cincuenta días de una búsqueda desesperada, apasionada, y gozosa, que les propongo, debemos buscar esa unción para poder percibir la visión de Dios, sentir la compasión que Jesús sintió cuando vio a las multitudes como ovejas que no tienen pastor (Mat.9:36). Dispongan su corazón y su mente a ser transformados y cada que asistan a la casa de Dios denle libertad al Espíritu Santo que haga con ustedes lo que quiera y como quiera.



1 comentario:

  1. Hola tio:
    Que hermosas paginas tienes y mas lo que escribes, es tan dificil llevar un ministerio como el tuyo y es muy gratificante conocer a personas como tu que estan trabajando para la obra de Dios,y no solo eso si no con tu adorada esposa(osea mi tia la guapa) tio mio; quisa no soy la indicada para decirtelo pero, nunca te rindas aunque la tormenta te quiera tirar del barco no te rindas, aunque sientas que el sol ya no brilla no te rindas, aunque digan que no vale lo que haces no te rindas, aunque tu propia familia, amigos y parientes de critiquen, nunca pero nunca te rindas.
    Te quiero mucho aunque no lo creas y aunque no lo demuestre con mis actos pero tu vas mas alla de ser cualquier persona, porque tu eres mi mas bello recuerdo de mi infancia, el hombre que jamas me dio un solo rechazo, que siempre me tendio sus brazos para darme amor y aun en los momentos dificiles de familia nunca me despreciaste y por eso estas y estaras siempre en mi corazon, te quiero mucho y deseo con toda mi alma que todos tus planes y anhelos te sean cumplidos.

    Naturalmente:
    Tu sobrina que te adora.
    Xochilita

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