Es de mucha importancia saber que los hijos de Dios tienen que testificar, mas que con la boca, con los hechos. A todos los amigos que llegan a leer lo que escribo en este blog, déjenme decirles que mi anhelo es que la Iglesia se vea bendecida con una simple palabra de un pastor que busca a diario transmitir lo que dios pone en su corazón, y si de algo les sirve leer lo que escribo, eso para mi es parte de mi cielo así es que espero que todos aquellos amigos y hermanos de Colombia, Estados Unidos y de las partes donde me leen, lo sigan haciendo y si pueden me critiquen, dejando su critica en este mismo blog o enviándomela a mi correo josue1103@hotmail.com
los hijos de Dios Testifican de su dignidad obtenida por creer en Jesús (Mat. 3:9; Rom. 8:14), los judíos siempre han tenido la certeza de ser los hijos de Dios (Hech. 3:25), y nadie se los quita de la cabeza ni del corazón; cuando ellos se atrevieron a discutir con Jesús lo hacían sabedores de que son descendientes de Abraham, es por eso que Jesús les dice: no piensen decir dentro de ustedes: a Abraham tenemos por padre. Ellos habían perdido esa dignidad por la dureza de su corazón, así es que ahora durante el periodo de la gracia están fuera del plan de Dios, mas no de su cuidado; alguien dijo: ¿Quieres ver un milagro de Dios? Hay está el pueblo de Israel; pero Israel ha sido echo a un lado. Así es que como anotaba el apóstol Pablo en Romanos 10 y 11 que Dios cortó a su pueblo para incrustarnos en la vida, y hacernos hijos: debemos tener mucho cuidado; ahora bien ese cuidado se da cuando testificas del poder que Dios te ha dado para muchas cosas, menos para avergonzar el Evangelio.
Son pacificadores (Mat. 5:9) en esto debemos tener bien claro que al decir pacificadores, no se está refiriendo a que andemos de intermediarios, o luchando por la paz entre los hombres; porque sabemos perfectamente que estos no tienen paz, ni la conocen aunque hablen de ella, y lo vemos a diario con las guerras, las revoluciones; el hombre en su rebeldía lucha contra el otro porque él tiene la razón y en ese razonamiento rompen amistades, arrebatan al otro lo que tiene y así se van por la vida, porque, no conocen a Jesucristo, mas bien se refiere a eso, que presentemos a Cristo como el autor de la paz (Jn. 14:27). Cuando anunciamos el Evangelio de Jesucristo, estamos trayendo paz y bendición a la vida y el corazón de la gente.
Son irreprensibles (Fil. 2:15) esta característica parece demasiado difícil de obtener; pero si enfatizamos el verso 14 donde se aconseja: hagan todo sin murmuraciones y contiendas, esto es que no tienes que murmurar en contra de tu hermano, debes ser una persona que no se mete en contienda que vive en paz, y con estas dos prácticas somos irreprensibles entonces la gente que no conoce a Dios no tiene de que quejarse de nosotros, pasando así a ser luz de las naciones, como dice el pasaje.
