lunes, 5 de julio de 2010

LA ALEGRÍA DE VIVIR















Vivir es mas que un verbo, es una actitud, en cierta ocasión leía un panfleto que decía "el no vive para servir, no sirve para vivir" en esta vida todos tenemos un motivo, el problema es que conforme vamos creciendo, se va formando en nosotros una especie de costra problemática, que no podemos quitar de nuestra vida y nuestros actos porque duele demasiado. Entonces como no nos gusta que nos duela, nos vamos volviendo con el paso de los días que se convierten en semanas, meses, y años en personas oscas, desconfiadas, violentas y abusivas, que sentimos una extraña alegría al violentar a alguien, o abusar de otras personas, actos que logran que las personas se alejen de nosotros, nos esquiven y critiquen, logrando con esto sentirnos solos y amargados con el deseo de la venganza, y en el momento en que podemos vengarnos lo hacemos en contra de quien nos criticó o abusó de nosotros, formando de esa manera un círculo vicioso, un circulo sucio, oscuro que nos aleja.
Cuando era niño, en 1957 que es el año que comencé a tener conocimiento de mi persona y mis actos, la mayoría de padres nos obligaban a saludar con respeto a los adultos, a respetar a los jóvenes mayores que nosotros (bueno eso sucedió conmigo), nos ayudábamos los unos a los otros, jugábamos libremente, aunque eramos muchos habitantes en esta ciudad de México, nos saludábamos y había camaradería, era una manera de vivir que producía alegría; pero, conforme fueron pasando los años, nos fuimos convirtiendo en personalistas y agresivos.
Sonreirle a las personas no cuesta nada, probablemente a quien le sonrías pensará que estas loco, o que lo estas provocando. Es difícil, muy difícil tornar a la alegría de convivir con todo un conglomerado, si le pidiera a los diez mil habitantes de la colonia donde vivo, sería imposible, pero si te lo digo a ti que me lees y lo comienzas a practicar, tu vida va a ser más fácil y placentera. Sonrie ahora, no cuesta nada.

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