Cada día que pasa nuestra sociedad se ensucia mas y mas, queriendo ser de primer mundo venimos a ser una caricatura de la democracia; pues resulta que al fin la Asamblea legislativa de la ciudad de México en su mayoría perredista, aprobó los matrimonios entre personas del mismo sexo, con la excusa de que cada quien tiene derecho a ejercer su sexualidad aunque esta sea contranatura, y acudieron a las ofinas del registro civil a legalizar su estatus ante la ley.
Creo que es necesario que la iglesia evangelica deje escuchar su voz al respecto y decir que no estamos de acuerdo, que deploramos la decisión que se ha tomado por ser ofensiva a nuestra práctica y prédica, o a nuestros conceptos filosóficos; porque no somos filosofos, ni conceptos religiosos porque no somos religiosos, somos discípulos de Jesus. Dios nos creo con una sexualidad bien definida que no debe ser cambiada por nada ni por nadie, en mi corto comentario al respecto no quiero inmiscuir a Dios porque el es Santo y no debe entrar en las discuciones humanas, si bien es cierto que somos creación de El, El no es culpable de las aberraciones de los hombres que en su alejamiento de Dios han adoptado
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