La semana pasada mi ciudad se desertificó, parecía un pueblo fantasma, todos estaban alarmados por el anuncio de una epidemia de influenza, la descriminación no se dejo esperar, no solo de paises que han hecho excelentes negocios aca en nuestro país, sino de paisanos que reavivaron ese malsano dicho de "Si amas a México mata a un chilango" como si vivir en la ciudad de México fuera un pecado; pero bueno que le vamos a hacer, entonces, como les decía; la ciudad se vio muy afectada, los millones de habitantes de esta bella ciudad andaban con cubrebocas, mi cafetería preferida solo servía cafe para llevar, las mesas estaban ensimadas, las sillas sobre esas mesas que normalmente sostienen tazas de aromático cafe. Todo esto me hizo pensar en la necesidad de nuestra gente que fácilmente es presa del panico a perder la vida, me hizo reflexionar acerca de otras epidemias que estan afectando al país como la violencia, el narcotráfico, la corrupción las cuales no se pueden erradicar con un cubrebocas, ojalá que eso fuera posible, ¿Entonces cual es el remedio para estas plagas? El remedio es Cristo Jesús quien vino a morir por los pecados de todo el genero humano; Jesús el Hijo de Dios ya hizo su parte mi pregunta es ¿Estamos haciendo la nuestra de ir y hacer discipulos por las naciones. El cubrebocas para estas epidemias eres tu y yo cuando te llenas del poder del Espíritu Santo y sales a ganar almas para Cristo, no me preguntes nu cuestiones como, simplemente armate de valor y sal a predicar y hacer discípulos con el ejemplo de lo que Jesús ha hecho en ti.
DIOS TE BENDIGA
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