Cuando dos personas se allegan al ministro del evangelio para solicitarle que los presente, porque aclarando (al menos en mi país), los ministros religiosos no casan, casa un juez civil, una autoridad que ha sido dotada de poder para llevar a cabo los casamientos ante la sociedad; entonces, cuando dos personas se acercan al ministro para pedirle que los presente, este debe aclararles que el matrimonio es indisoluble, que no es solo para un rato de placer sexual, es para asumir todas las responsabilidades que este requiere, cuando menos en cinco platicas prematrimoniales, que no solo han de consistir en platicas, sino en la ministración pastoral, rogando a Dios que esta decisión que esa pareja ha tomado sea con toda la seriedad, honestidad y santidad; porque, hay ministros que toman a a la ligera expresar las palabras de Jesús: lo que Dios junto no lo separe el hombre, como sabemos que a esa pareja Dios ha sido el que los ha juntado, muchas parejas se allegan al pastor para pedirle su bendición, en su farsa, cuando ya han tenido una, o varias experiencias sexuales, y el ministro por no ser objeto de las críticas en primer lugar de las familias de la pareja, después, de los amigos de estas familias, para terminar con los miembros liberales que ha tenido que soportar por vario tiempo, entonces como no quiere ser objeto de esas criticas, accede a participar de a farsa y expresa las palabra ya mencionada.
Mi madre solía decirnos: "lo que mal comienza, mal termina" y el traumante final de una pareja que comenzó mal las cosas; es el divorcio. ¿Dios quiere que las parejas se separen? No, Dios tiene la solución para este mal contemporáneo. en la próxima entrega seguiré hablando de este espinoso asunto. DIOS TE BENDIGA