Cuando Jesús pregunto a sus discípulos que quien decía la gente que era El, los discípulos le contestaron que unos decían que era Juan el Bautista, Elías, Jeremías, o uno de los profetas, jesús les repregunta a ellos ahora y ustedes ¿quien dicen que soy yo? Ellos se quedaron callados, solo Pedro contesto con voz poderosa: ¡Tú eres el Cristo el Hijo del Dios viviente! Jesús le dice: eres bienaventurado Pedro; porque no te lo revelo sangre ni carne sino mi Padre que está en los cielos. Bien, ¿ entonces, quien es el que revela la persona de Jesús a la iglesia? El Padre por medio del Espíritu Santo, porque el Espíritu es el que conoce al Padre y lo que sabe de El, lo revela a los que somos sus hijos. Entonces el fundamento de la Iglesia es Cristo, eso lo sabemos todos los que amamos a Jesús, los que hemos dispuesto nuestro corazón para que el sea el Señor y centro de la vida de los miembros de la iglesia. La iglesia es poderosa en si, cuando vive en el Espíritu con el que ha sido sellada, cuando esta sometida a la voluntad de Dios. desgraciadamente ese poder que emana del Espiritu Santo ha sido relevado por ruido, emociones y demostraciones pero cuando los santos regresan al vivir espiritual que Dios demanda, se torna a ser una iglesia poderosa, a la que las puertas del infierno son cerradas por no soportar la unción verdadera y no ficticia de que lo somos cuando no lo somos. ¿Estas viviendo una vida poderosa en Dios? ¿Es el Espíritu Santo el que te esta moldeando día a día? Jesús esta deseando que te fundamentes en El, que disfrutes del poder que prometió a sus discípulos; pero, para eso necesitas despojarte de tu propia persona y dejar que sea el Espíritu el que moldee una nueva personalidad en ti.
Dios te bendiga...